Conocí el mundo del cristal en 1996, Al realizar un curso de talla y otras técnicas relacionadas con este material, en el Centro Nacional del Vidrio (España).Tras el, me di cuenta de que haberme iniciado en este mundo artesano había significado encontrar una vocación profesional y artística, y comprendí que debía seguir formándome.
Pocos días pasaron hasta encontrar un lugar donde comenzar a trabajar y perfeccionar la técnica que sin darme cuenta me envolvía y mejoraba paulatinamente.

Después de varios meses, pensé que tenia que aprender de los mejores, de los maestros que habían dedicado toda su vida a este oficio.
Con ellos aprendí que el vidrio no es solo un recipiente en el cual verter agua o vino o para mirar a través de el, hay piezas que una vez terminadas cuentan historias de quien las hizo y de quien las encargo y solo la fragilidad de este material las hace irrompibles y perdurables generación tras generación. Dedique unos años a practicar, innovar y darme a conocer por ferias de artesanía y alguna que otra exposición hasta que di el paso para viajar a la cuna del cristal: La Republica Checa.
Mi viaje a este país fue el punto de partida para comenzar una andadura de transición en la que cambie la artesanía por el arte. Y todo lo que aprendí en este viaje procuro plasmarlo en todas las piezas que realizo. Relacionarme con los mejores grabadores de cristal del mundo me dio experiencia y técnica, algo que procuro plasmar en cada una de mis piezas.